Hoy me apetece recordar un fragmento de la novela La soledad de los números primos, del escritor Paolo Giordano. La razón principal que me llevó a leer esta novela el pasado mes de marzo fue, simplemente, la idea de relacionar sentimientos humanos con nociones matemáticas. Los que os habéis acercado a este título, ya sabéis que en cada página se respira un constante toque melancólico a través de la vida de sus dos protagonistas, marcados por un hecho drástico en sus primeros años. En el extracto que he seleccionado se recoge, precisamente, el momento en el que el narrador enlaza esos números primos con las relaciones interpersonales.
En el primer curso de la universidad había estudiado ciertos números primos más especiales que el resto, y a los que los matemáticos llaman primos gemelos: son parejas de primos sucesivos, o mejor, casi sucesivos, ya que entre ellos siempre hay un número par que les impide ir realmente unidos, como el 11 y el 13, el 17 y el 19, el 41 y el 43. Si se tiene paciencia y se sigue contando, se descubre que dichas parejas aparecen cada vez con menos frecuencia. Lo que encontramos son números primos aislados, como perdidos en ese espacio silencioso y rítmico hecho de cifras, y uno tiene la angustiosa sensación de que las parejas halladas anteriormente no son sino hechos fortuitos, y que el verdadero destino de los números primos es quedarse solos. Pero cuando, ya cansados de contar, nos disponemos a dejarlo, topamos de pronto con dos gemelos estrechamente unidos. Es convencimiento general entre los matemáticos que, por muy atrás que quede la última pareja, siempre acabará apareciendo otra, aunque hasta ese momento nadie pueda predecir dónde.Mattia pensaba que él y Alice eran eso, dos primos gemelos solos y perdidos, próximos pero nunca juntos. A ella no se lo había dicho. Cuando se imaginaba confiándole cosas así, la fina capa de sudor que cubría sus manos se evaporaba y durante los siguientes diez minutos era incapaz de tocar nada.
La soledad de los números primos, Paolo Giordano
Salamandra [Círculo de Lectores], 2009, pp. 121-122.
¡Hola! Este es un libro que siempre me ha llamado la atención pero que no he leído. Debo reconocerte que el fragmento es bastante interesante.
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana.
Cómo me gustó este libro!
ResponderEliminarTengo muchas ganas a este libro, lo que necesito es tiempo!
ResponderEliminarbesos
Lourdes
M., te animo a que lo leas. En esta misma entrada tienes el enlace a mi reseña, por si te interesa echarle un vistazo. ¡Buen fin de semana también para ti! Un beso.
ResponderEliminarLaky, es una gran historia a pesar de no tener importantes pretensiones más allá de la experiencia vital de cada protagonista. ¡Besos!
Lourdes, ya sabes, en cuanto vislumbres a lo lejos un hueco, ¡adelante! Además, se lee bastante rápido. ¡Besos!
La verdad es que a mí no me entusiasmó mucho el libro pero hay que concederle que este fragmento es maravilloso.
ResponderEliminarEl fragmento que has puesto me ha gustado mucho, pero no me llama mucho la atención el libro. Las matemáticas no son lo mío, así que cualquier cosa relacionada me pone los pelos de punta, jajaja.
ResponderEliminarBuen finde!
Me encantó este libro. Y el fragmento que has escogido curiosamente también lo tengo subrayado en mi edición. Muy acertada la elección.
ResponderEliminarBesotes!!!
Jolín, tengo pendiente este libro desde hace un montón y nunca le saco un momento. Tengo otro propósito aparte del que ya sabéis, que es ir leyendo lo que tengo en el iliad y no cambiarlo tan a menudo sin leer los libros. Creo que tengo 30 títulos y de momento no me permito meter más hasta que no me lea, al menos, la mayoría. Hice hasta una lista (me encantan las listas).
ResponderEliminar¿Que por qué te cuento esto? Porque
a) Estamos de viernes
b) Me encanta enrollarme
c) Me aburro mucho
d) Tengo este libro en el iliad
e) Todo lo anterior
¿Cuál es tu respuesta final? :P
Pues eso, que caerá en algún momento de mi vida. Aunque es difícil decir cuándo.
El fragmento me ha encantado y eso que yo soy de letras puras, jaja!
¡Un besazo!
PD. Me fascina que hagas una imagen personalizada para cada entrada de la sección.
Elwen, me alegra saber que, a pesar de no coincidir en la valoración general del libro, lo hacemos con este fragmento. ¡Saludos!
ResponderEliminarNarayani, te aseguro que las matemáticas, más allá del título y este fragmento, ni se asoman, jajajaja. ¡Besos!
Margari, ¡muchas gracias! Algo me dice que más gente tiene este fragmento anotado. ¡Sin palabras! ¡Muchos besos!
Lady, ¡me ha encantado tu comentario! ¡Arriba los viernes y las ganas de charlar! Si el día que yo suba a la capital no vamos a parar de hablar, seguro. Sobre tu nuevo propósito, ¡me parece genial! Yo me lo impongo también, a pesar de no tener todavía el lector, jajajaja. A ver si pronto cae este título y compartimos impresiones. ¡Y me alegra saber que te gusta la idea de la imagen, muchas gracias! ¡Otro beso para ti!
ResponderEliminarAh, se me olvidaba: aquí tienes otro al que le encanta hacer listas. XD
Me enviaron el libro en uno de esos juego de El amigo invisible y le tengo ganas pero últimamente me estoy organizando fatal y ahí está...
ResponderEliminarBesos,
La portada hay que decir que es tirando a fea, no tanto la historia que relata, interesante y bonita. Me suscita curiosidad cómo el autor (un ldo. en Física) relaciona los números con los sentimientos, la ciencia con la soledad. Lectura pendiente, no obstante.
ResponderEliminarSiempre he ido posponiendo este libro, pero ante tal fragmento, mis ganas de leerlo han aumentado.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Saludos!
Carmen, a ver si pronto puedes leerlo, para ver si coincidimos en impresiones. ¡Besos!
ResponderEliminarSilvia, al menos ya sabes, gracias al fragmento, de donde viene en esta historia lo de los números primos. Sobre la portada, totalmente de acuerdo contigo. ¡Saludos!
Kyra, ¡me alegra que tu interés haya crecido después de esta entrada! Ya me contarás. ¡Un abrazo!
A mí me gustó mucho aunque, pensado con tiempo, recuerdo casi a la perfección todo el libro excepto el final, que no me pareció que estuviera a la altura del resto de la novela.
ResponderEliminarUn abrazo
Este libro me causó problemas. Lo compré por su título, me gustan los números, jugar con ellos y torturarlos hasta que digan lo que quiero. Lo compré y fragmento como el que has puesto en que se explicaba que se acercaban cada vez más y nunca llegaban a tocarse es lo que me ha quedado del libro. El resto.. me pasó muy por encima. Ahora, esos fragmentos si que los recuerdo, memorables para mí.
ResponderEliminarUn abrazo
Has elegido bien, creo que es el mejor fragmento. En general el tono del libro un poco tristón, pero está muy bien, deja buenas sensaciones.
ResponderEliminarSiempre me han encantado las matemáticas. Y el latín (que no viene a cuento, pero bueno). A priori parece que no pegan mucho, hasta que me dijo un profesor que el latín tiene mucho de matemáticas. Así entendí porqué se me daba tan bien sin saber declinar de memoria.
ResponderEliminarEste libro también lo tengo (me lo pasó Lady), pero no sé por qué me echaba un poco para atrás. Pero con solo este fragmento me ha enganchado el libro, de modo que caerá pronto.
Besos!!
Dorothy, exceptuando el final, se nota que disfrutaste de esta lectura. Esperemos que pronto haya nuevas noticias sobre este escritor. ¡Un saludo!
ResponderEliminarMientrasleo, cuando hice mi reseña, miré un poco por la red para ver qué opinaban otros lectores, y encontré varios comentarios como el tuyo. Supongo que no es fácil llegar a la gran mayoría del público. Sin duda, coincidimos en pensar lo memorable del fragmento. ¡Un abrazo!
Mayte, me alegra saber que te ha gustado mi elección. Como he comentado, la melancolía inunda este libro, así que hay que elegir bien el momento de su lectura. ¡Besos!
ResponderEliminarTrescatorce, ¿sabes que cuando estaba en el instituto, las matemáticas era mi asignatura favorita? ¡Lo que disfrutaba resolviendo ecuaciones! Eso sí, la probabilidad nunca se me dio bien. Hubo un momento en que pensé estudiar la carrera, pero ya ves, acabé convirtiéndome en filólogo. Sobre la novela, estaré encantado de leer tu reseña cuando te animes a leerla. ¡Muchos besos!
A mí ya desde hace rato me ha atraído este libro, pero nunca he dado el paso final. Aunque el fragmento me ha impulsado un poco.
ResponderEliminarSería genial, como estudiante de ingeniería y lector, leer algo como esto.
¡Saludos!
Me encantó este libro. A mí me acercó a él una persona que se sentía reflejada en esa historia, y veía también la vida de su número primo gemelo ahí expuesta también.
ResponderEliminarSin duda, conociendo sus vidas, leí este libro con una perspectiva diferente. Cuando lo presté (nunca llegaron a devolvérmelo), no le encontraron el mismo significado que yo. De hecho, como esas dos personas entre sí (quien me recomendó el libro y a quien se lo presté yo) se "caían mal", La Solitudine... incluso tuvo una tercera lectura, en este caso, negativa.
Con este libro, me pasa eso. Está tan ligado a la realidad que no creo poder ser objetiva. Pero si de algo sirve mi subjetividad, una vez más, me encantó.
Un abrazo!
Deigar, a ver si pronto encuentras un hueco y te animas con esta lectura. ¡Un saludo!
ResponderEliminarAM Editorial, muchas gracias por compartir tu experiencia con "La soledad de los números primos". Creo que en estas coas de la literatura, la subjetividad debe situarse en un escalón destacado sobre la objetividad. Son sensaciones, emociones, pensamientos del lector, al fin y al cabo. ¡Otro abrazo para ti!
Tengo ganas de leer ese libro, lo he visto por mucho tiempo en las listas de los más vendidos en Chile. Se ve que es una historia...diferente. Cuando lo encuentre, lo leeré. Saludos :P
ResponderEliminarPablo, me alegra saber que vas a descubrir este libro. Ya sabes que estaré aquí para cuando quieras compartir tus impresiones. Un abrazo.
ResponderEliminarLeí el libro este verano y me gustó. No fue la novela del año para mí (puede que por haber oído y leído tanto sobre él) pero me gustó.
ResponderEliminarSaludos
Rebeca, antes de nada, bienvenida a La Caverna Literaria. Me alegra saber que también te gustó este libro. Para mí, tampoco será la novela del año, pero sí tiene un hueco especial. ¡Saludos!
ResponderEliminarYo leí este libro y me encantó ^^
ResponderEliminarTe sigo Jesús
Bisous ^^
Nadja, me alegra saber que también te gustó esta lectura. Muchas gracias por hacerte seguidora del blog. Yo ya tenía el placer de conocer el tuyo. :) ¡Un abrazo!
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